De paseo por Tailandia...

Aprovechando que Marian esta currando en Bangkok, me he acercado este fin de semana y hemos aprovechado para hacer unas compras (me he encargado dos pantalones y tres camisas a medida por menos de 100 euros) y sobre todo para darnos un paseo hacia Ayutaya, que era una asignatura pendiente desde nuestras vacaciones por estos lares hace unos años (quien nos iba a decir entonces que recorreriamos esas mismas calles en busca de una pizzeria de lo hartos que ibamos a estar de comida tailandesa...)

Pues bueno, dicho y hecho, fieles a nuestras costumbres, nos cogimos un tren de lujo:

Y nos alquilamos un vehiculo con aire acondicionado y chofer:

Por cierto, no se rompio la tradicion y volvi a pinchar. Por que sera que las probabilidades de pinchar con una bici alquilada aumentan de forma proporcional a la distancia a la que se esta de la tienda en la que la has alquilado y al cuadrado de la temperatura e indice de humedad del lugar?

Las ruinas de Ayutaya no estan mal aunque sin punto de comparacion con las de Sukhothai, que vimos durante nuestra primera visita.

Algun que otro templo estaba de capa caida, pero bueno, Marian, que no aguanta el desorden, paso por ahi y lo coloco todo en su sitio...

Que tiemble la torre de Pisa cuando vayamos por ahi...

En una visita a un templo la pille intentando conseguir dinero para pagar el billete de vuelta.

Se enfado un poco y me puso morritos...

... asi que para hacer las paces le regale un jarron.

Por cierto, en esta foto se adivina un cierto conato de barriga, aunque todavia no hemos decidido si se trata del embarazo o de la calidad de la comida tailandesa...

Tuvimos ocasion de ver algun que otro elefante (de hecho habia un monton)

Y una cabeza de Budha que nos recordo a lo visto en Angkor.

Para acabar fuimos a un templo mas alejado que tenia un techo labrado de madera precioso...
Y como cuando vas en bicicleta, las probabilidades de lluvia tambien aumentan de forma exponencial con la distancia a la que te encuentras del sitio donde la tienes que devolver, al salir de este ultimo templo, nos cayo un chaparron del quince, asi que se nos quito el calor de golpe.

Aunque despues de todo, tuvimos suerte, por que la que cayo una vez estabamos bajo techo fue de impresion. Riete tu de Armaggedon...

Al final, despues de todo el ajetreo, decidimos darnos un homenaje y en el viaje de vuelta nos fuimos al vagon restaurante del tren...

...del que por cierto nos echaron, ya que no tomabamos nada... y es que en realidad habiamos ido alli porque era el unico vagon con asientos libres...